El Nottingham Forest de Brian Clough
EQUIPOS DE LEYENDA
En sus 18 años como técnico del Nottingham, Brian Clough ganó una liga, dos Copas de Europa, una Supercopa de Europa y varias Carling Cup · Trevor Francis, fichaje estrella el año de la primera ’Orejona’, sólo pudo jugar la final pero marcó el gol de la victoria · Nigel Clough, hijo del mítico técnico, es el segundo goleador en la historia del Forest
Los jugadores del Nottingham Forest posan con la Copa de Europa de 1980
"Si Dios hubiera querido que jugáramos al fútbol en el cielo, le habría puesto césped". No sabemos si ahí arriba hay metros de verde con una portería a cada lado, pero de ser así, seguramente el autor de esta frase, el inglés Brian Clough, y su mítico Nottingham Forest ocuparían un sitio preferencial en el campo. No es de extrañar dado que conocen de primera mano lo que es ver un auténtico milagro. Sólo así se explica que un recién ascendido en la Premier League conquistara el campeonato doméstico en su estreno y reinara en Europa durante los dos años siguientes.
Brian Clough y Peter Taylor levantan la Carling Cup
El milagro del Nottingham Forest. O como pasar de salvarse por los pelos del descenso a la tercera inglesa a ser rey del continente dos años consecutivos. Un hecho único y difícimente repetible en la historia del fútbol. Por eso, y aunque su ascenso a los altares del fútbol fuera transitorio y relativamente efímero, este carismático equipo inglés merece ser elevado a la categoría de leyenda.
Más legendario, aún si cabe, fue su entrenador. Sin la figura de este técnico de Middlesbrough no se concibe la sorprendente aventura de este equipo. Brian Clough, polémico y engreído, metódico y astuto. Un entrenador capaz de levantarse de madrugada para encharcar el campo del Derby County el día antes de un gran partido europeo o de concentrar a los jugadores varios días antes de un partido con la convicción de que así salvaba el matrimonio de sus jugadores, evitándoles varias discusiones con sus mujeres. Así era Clough y con ese carácter inscribió al Forest en los anales de la historia.
El ascenso y la llegada de Peter Taylor
Su historia en el club de East Midlands arranca en enero de 1975. Pero conviene repasar brevemente su anterior trayectoria para comprender mejor al personaje. Tras entrenar al Hartlepool dos temporadas llega al Derby County, donde logra el ascenso en las 68-69 y gana la Premier en 1972. Al año siguiente cae eliminado ante la Juve en semifinales de la Copa de Europa y acusa a los italianos de haber comprado el partido. El Derby es sancionado y él obligado a dimitir. Pasa por el Brighton antes de llegar al Leeds, donde su mandato dura sólo 44 días, algo que no evita que deje perlas como el día de su presentación -"Hasta donde sé, ustedes pueden tirar a la basura vuestros trofeos conquistados, porque ustedes los ganaron haciendo trampas"- o el día de su despedida: "Hoy es un día muy triste….para el Leeds United".
Volvemos a ese enero de 1975. Clough llega al Nottingham y consigue salvarlo del descenso con muchísimos apuros. La siguiente temporada mejoran las cosas y acaban octavos. Y a la tercera, llega la vencida. Decisivo resulta el reencuentro con Peter Taylor, su segundo en el Brighton y el complemento perfecto para un técnico vanidoso, como él mismo reconoció en una ocasión. "A veces se me suben los humos a la cabeza. Creo que a la mayoría nos pasa cuando nos hacemos famosos. Me llamo a mí mismo ’Tío Engreído’ sólo para recordarme que no hay que serlo".
El caso es que con la llegada de jugadores como McGovern o John O’Hare el Nottingham asciende a la Premier. En su primera temporada en la máxima categoría, y con el recién llegado Peter Shilton de portero, gana el título con siete puntos de ventaja sobre el Liverpool y doblega al mismo conjunto ’red’ en la final de la Carling Cup. Llegaba el momento de pisar Europa así que el Nottingham decide invertir sus beneficios en un exquisito futbolista del Birmingham City que juega de mediapunta: Trevor Francis. Sin embargo, una regla de la UEFA impide que el fichaje estrella, por el que el Nottingham pagó un millón de libras, pueda jugar hasta la final de la Copa de Europa en Múnich.
Sí, la finalísima del torneo más importante. Justo en su año como debutante. Dejando atrás al vigente campeón y absoluto dominador, el Liverpool, en primera ronda. En la final se encuentra con el Malmo sueco y los de Clough tocan el cielo gracias a un gol del ’indultado’ Trevor Francis en una final muy discreta, como bien apuntó el técnico del Forest. "No fue un gran partido, ellos fueron un equipo aburrido. De hecho, Suecia es una nación aburrida. Pero hemos ganado, que importa lo demás". Ciertamente, lo único que importaba es que el Nottingham Forest era campeón de Europa.
Gesta que se repetiría un año después. Esta vez el escenario era el Santiago Bernabéu y el rival el Hamburgo de Kevin Keegan. Cuentan que, en los días previos al choque, Shilton se quejó del estado del césped en los campos de entrenamiento y que Clough le prometió llevarle a un lugar perfecto para poder ejercitarse. Ese sitio idóneo fue el verde que adornaba el centro de una rotonda. Ocurrente idea que funcionó, pues Shilton mantuvo su portería a cero y el Nottingham, sin Trevor Francis ausente por lesión, se impuso en la final con un gol de John Robertson, otro de los mitos del conjunto inglés que Clough se encargó de describir de una manera un tanto curiosa: "John Robertson era un joven muy poco atractivo. Si algún día me daba la impresión de que me había levantado así como con mala cara, me sentaba a su lado. Comparado con él, me sentía de golpe como el Errol Flynn ese de las narices. ¡Ahora!, en cuanto le cedían un metro de césped, John era un artista. El Picasso de nuestro deporte".
Precisamente la salida de Robertson con destino al Derby County, donde Peter Taylor había emigrado un año antes, acaba con la relación de Clough y su ayudante, ya deteriorada desde la publicación de la biografía del propio Taylor. Es el principio del fin. Clough sigue al frente del Nottingham pero la década de los 80 se convierte en una fase decadente donde apenas consigue ganar un par de Carling Cup y llegar a unas semifinales de la UEFA. Su figura empieza a debilitarse a pesar de ser considerado, incluso por él mismo, el mejor entrenador del momento. "No digo yo que fuera el mejor entrenador del mundo. Pero siempre ocupé el primer puesto de la lista".
En 1990 la muerte de su ex compañero y amigo Peter Taylor acrecenta sus problemas con el alcoholismo y el Nottingham se prepara para despedir a su mito. En la temporada 92-93 se consuma el descenso del club de East Midlands y Clough anuncia su retirada de los banquillos. Se cerró así una etapa que duró 18 temporadas en la que Nottingham vivió bajo la sombra del mayor héroe futbolístico que ha tenido nunca. Él, en cambio, prefería ser recordado de otro modo. "No quiero epitafios de frases profundas ni nada de ese rollo. He aportado algo. Espero que eso sea lo que digan de mí, y ojalá le haya gustado a alguien". Gustó, por supuesto, y además se convirtió en leyenda, como su Nottingham.
jaime.rincon@marca.com
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